Dos oportunidades [11/03/2180]

Caminaba tranquilamente, una bolsa de viaje colgaba de su mano izquierda reposando en su espalda y con la otra mano arrastraba una maleta.

Su paso lento y silencioso lo dejaba apartado del gentío y ruido que había por la zona de aquella plaza. Con pasos gráciles y bien calculados se limitaba a adelantar a la gente para colocarse en un lugar alto y así tener una visión más amplia de aquel lugar.

Sus ojos se encontraron con los de Red, una sonrisa se dibujó en sus labios. No había cambiado mucho aquella mujer, le tenía gran respeto y confianza; sin ningún tipo de miramiento se limitó a seguirla hacia uno de los callejones, parece ser que aquello que le tenía que decir iba a ser algo privado.

Cuando Red se tiró a su cuello, dejo escapar una carcajada dejando la bolsa de viaje y maleta. Le devolvió el abrazo por la cintura más dos buenos besos en la mejilla. Le acarició el hombro observándola ahora mejor, de cara a cara - Estoy perfectamente, como siempre. Me alegro mucho de que tú también estés bien, no has cambiado nada igual de guapa y seguro que más ¡inteligente! – agarró solo la bolsa de viaje, larga, dejándola apoyada de nuevo en su espalda.

Escuchó las palabras de Red, afirmó con la misma sonrisa – Tranquila Red, ya me dijiste una vez que todo tiene solución – se quedó pensativo mientras agarraba la maleta – Conozco una cafetería de ambiente tranquilo, está aquí al lado – era una cafetería tranquila, lejos de cualquier situación de peligro por borrachos u otras escenas que se pudieran encontrar y perjudicar así la charla de los dos humanos.

- Te invito venga - le animó para hacerla sonreir -   Así me cuentas todo con más detalle; ahora mismo estoy sin trabajo y algo de compañía me vendrá bien. Tantos años solo, enseña lo que es tener una buena amistad y no hay nada malo en que dos amigos tomen algo juntos, ¿No?  – voz tranquila, como él mismo; para él daba igual la discreción que se le pudiera dar al asunto si se le podía cambiar bien el concepto de la situación. Se giró para tomar rumbo a la cafetería.

A los dos minutos entraron y buscó una mesa apartada, para hablar con más tranquilidad; cuando vino la camarera le pidió un vaso de agua y algo para llevarse a la boca, tenía hambre; esperó que Red pidiera y luego cuando se quedaron solos habló – Y bueno… me tienes intrigado ¿Qué es eso que me tienes que contar? – esperó a que respondiera, la escuchaba atentamente.

Los ojos de Tom observaban fijamente a Red, mientras ella hablaba sobre el tema a tratar. Se fijó en el rostro de la mujer notándola preocupada y algo desesperada, el problema parecía ser de los gordos. Acomodándose en el asiento, dejando la espalda bien recta en el respaldo esperó a que ella acabara de hablar.

Justamente cuando Red dijo las últimas palabras la camarera llegó para entregarle el vaso de agua con un pequeño bocadillo – Gracias – murmuró de forma educada a la trabajadora de allí.

En silencio, sin dejar de mirar a Red empezó a dar varios mordiscos al bocadillo; se le notaba muy hambriento – Mmm… esfgta..mugf.. bunfeno… - hizo un señal para que esperara Red, que James Connor tenía la boca llena, se le hizo un nudo en la garganta y se le notó en los ojos, ya que le caía una lagrimilla mientras bebía varios tragos de agua para hacer bajar la pelota de pan. Algo característico de su personalidad es que comía muy deprisa.

- Disculpame Red… llevaba mucho tiempo sin llevarme nada a la boca -  se limpió los labios con una servilleta y en ese instante alzo la mirada, fijándola a los ojos de la mujer. En su rostro se podía reflejar que estaba aguantando la situación a propósito, sus ojos ya decían "sí" sin ni siquiera decirlo.

- Me necesitas… y he de ser vuestro piloto… - tenía el gesto pensativo, mientras se acababa de un par de mordiscos el diminuto bocadillo. La verdad que un cambio de aires en su vida, le beneficiaría, ya era hora de volver a estar dentro de un grupo y dejar de vagar en solitario por aquellos lugares de la galaxia.

- ¿Cuándo partimos Red? Como puedes ver… ya tengo el equipaje hecho – dice con una amplia sonrisa señalando la bolsa de viaje y la maleta. La verdad es que acababa de llegar a Omega, pero bueno siempre va bien “impresionar” o intentarlo. Al acabar de hablar la camarera se acercó, con toda la normalidad Connor le pagó lo que le debía y volvió su mirada a la mujer que tenía delante, Red.

- Mmm  es bueno saber que el capitán parece ser un buen hombre y que la tripulación es decente – James sonreía abiertamente, tenía un nuevo rumbo en su vida y ese cambio iba a ser el inicio.

Una vez que terminó y pagó la cuenta se levantó agarrando su bolsa y maleta – Pues perfecto, soy tu sombra – dijo dispuesto a seguirla para que fuera hacia la nave.

Dejó reposar la bolsa de viaje a su espalda mientras seguía a Red - ¿Ha que os dedicáis? – preguntó curioso  a la muchacha.

James estaba de buen humor, estaba contento de encontrarse con su amiga después de tanto tiempo y ver que esta igual y que su relación no ha desaparecido.

- Espero caerle bien al capitán… por cierto ¿Cómo es la nave? Oh… que ganas tengo de verla – sonreía ampliamente, por fin tenía un juguetito nuevo que pilotar.  

Miraba de reojo a Red, la verdad que la muchacha no estaba mal; agradeció con una sonrisa las palabras de la mujer – A mí también me alegra de haberte encontrado y formar tripulación contigo, seguro que haremos buen equipo – seguía el camino esperando ver la nave que iba a pilotar.

- ¿Por cierto ya te ha salido novio en la tripulación? Porque si es así, ya le pediré que me deje salir contigo a tomar algo por las noches para relacionarme con más gente; tanto tiempo solo a uno le perjudica en las relaciones sociales – se reía, decía la verdad llevaba muchos años en solitario vagando por galaxias lejanas con los contactos necesarios, parecía un fantasma dejando pocos rastros.

- Me alegro de verte de nuevo Red y que casualidad que siempre me das buenas noticias – dijo amablemente, observando a la mujer mientras caminaba.

James sonreía al observar sonrojarse a Red – Oh, Red ten cuidado que te vas a camuflar entre el pelo – dijo animadamente mientras caminaba.

- Mmmm esa norma me gusta, creo que me sentiré cómodo en… - al escuchar la mitad de la palabra pronunciada por Red, este desvió la mirada hacia ella observando  cómo se iba a desplomar contra el suelo. Con un rápido reflejo logró agarrarla colocando el hombro por el vientre de la pelirroja a la vez que soltaba la bolsa de viaje para sujetarla mejor.

-¿Red? ¿Red? – dejo la maleta también en el suelo y James comprobó que la muchacha respiraba y sus constantes vitales seguían activas. Giró su rostro observando el implante, recordando en ese instante el gesto que hizo la mujer al mover la cabeza hacia ese lado – Joder muchacha… tranquila te llevaré a la nave espero que tengáis una doctora… - Se colocó la maleta en la espalda, en forma de mochila con unas asas en la parte de atrás; la bolsa de viaje la coloco en su hombro colgada y entonces agarró a Red en brazos.

Con decisión empezó a caminar hacia el puerto de naves, su objetivo ahora era buscar la Valkyrie, un prototipo fallado de naves de la alianza, la DX8.

- Aguanta… - susurraba a oídos de Red, mientras dejaba reposar la cabeza de ella en su hombro, sintiendo su respiración en el cuello y así sentir que sus constantes vitales siguen activas.

El hombre caminaba con decisión por las calles de Omega, no le importaba que nadie les hubiera ayudado, más bien lo agradecía. No es un hombre que trabajara bien con desconocidos, es algo que tendría que superar una vez se integrara en el equipo, si lograba entrar claro.

Sus pasos se hacían cada vez más lentos, seguía pateándose todos los hangares de aquella maldita ciudad. Algunas veces se tomaba un respiro sentándose en un banco, apenas un par de minutos para relajar sus brazos dejando a Red apoyada en su torso, luego se acomodó de nuevo la maleta y la bolsa y seguía su camino en busca de aquella maldita aeronave.

Después de un eterno recorrido logró divisar aquella nave de la alianza, se percató mientras la transportaba como sus extremidades recaían – Red… tranquila saldrás de esta… - se fijaba en su rostro, seguía teniendo el mismo color, simplemente estaba inconsciente, respiraba.

Cuando se acercaba a la nave dejo escapar un grito - ¡EH! ¡QUÉ ALGUIEN ME AYUDE! – su voz resonaba por el hangar. James se encontró con un salariano, parecía ser un tripulante de la nave, escuchó su pregunta y respondió – Mi nombre es James Connor, seré el nuevo piloto de la nave… ¿Eh? No le he hecho ¡NADA! – lo escuchaba e intentaba entenderle pero no lo lograba, aquel individuo hablaba muy rápido – Ohh dios, si quieres ayudarla abre la maldita puerta hay que llevarla a la enfermería – le dijo mientras caminaba hacia la puerta de aquella aeronave – Lo principal es ponerla a salvo, luego informar pero lo primero es prevenir y asegurar – aparte de querer salvar a la muchacha, el hombre tenía los brazos engarrotados entre el peso del cuerpo de Red, la bolsa y la maleta en su espalda.

Cuando el salarion abrió la puerta de aquella aeronave James llevó a Red a la enfermería, se conocía aquellos pasillos de memoria, como si hubiera sido ya de la tripulación.

- Llama a la enfermera para que venga y luego al capitán – le ordenó un tanto imperativo, tal vez por los nervios. Una vez llegó a una camilla colocó a Red, bien estirada boca arriba. Coloco su oreja en la boca de ella, esperando escuchar la respiración y sentir el tacto del aire salir de dentro de ella a la vez que con los ojos visualizaba el torso inflarse y desinflarse.

De la bolsa de viaje sacó una pequeña linterna, le abrió un ojo y la ilumino para ver si había respuesta óptica, por último agarro la mano de ella, colocando la yema de dos dedos en su muñeca para comprobar sus pulsaciones – Vamos Red… Que te ha pasado… - bastante preocupado, miraba los aparatos médicos, ni idea como se utilizaban.

James Connor se quedó a la espera de que el salariano empezara ayudar a su amiga. El hombre esperaba con paciencia, fijándose todo lo que hacia aquel individuo paso por paso lo iba grabando en su memoria.

< Que le habrá pasado… >

Seguía agarrando la mano de la pelirroja, escuchando las preguntas del salariano – Red me dijo que necesitaba un piloto nuevo y acepté el cargo. Sí soy amigo de Red… - no dijo mucho más recordando las palabras de su compañera que no hacía falta hablar del pasado. La intriga le pudo ante las siguientes palabras – Ehh… ¿En qué situación estamos…? – no sabía nada, la verdad que todo fue muy rápido ahora sería el momento en que su amiga le hablaría de todo.

- Un placer Hokam… yo soy James Connor – se quedó en silencio al comentario de que supiera donde se ha metido.

Al poco rato notó la reacción de Red, se giró para mirarla y se sentó en el canto de la cama, apoyando con la mano el antebrazo de la mujer.

Miró a HokamRul – Antes de explicarte nada... dijiste que le había pasado más de alguna vez esto. ¿Porqué? ¿Qué le sucede? Dime la verdad... es una amiga muy apreciada y se desvaneció en plena calle, creo que se quejó del aparato que tiene implantado en un lateral de la cabeza - la voz de James denotaba preocupación. Después seguía hablando - Red me dijo de quedar en Omega para hablar de un asunto, era importante… me dijo que necesitaba un piloto nuevo para utilizar esta aeronave – dijo señalando su alrededor – No hablamos de nada más ¿Algo que tenga que saber? ¿Cómo es que no hay ni la enfermera… ni el capitán en la nave? ¿Qué ha pasado? – su voz era algo fría y tajante, no buscaba alargar la conversación si él tenía que hablar, quería respuestas.

Apartó con un pie la bolsa de viaje que se apoyó en la maleta a la espera de las palabras del salariano.
- Por cierto Hokum. ¿Dónde me he metido? –

Se fijó en los temblores del cuerpo del salariano, parecía que el individuo estaba nervioso, muy nervioso.

- Gracias por tu confianza… - la voz de Connor era algo apagada, no es que le gustara coger confianza demasiado rápido – Eh… eh… sí que me importa, es amiga mía de hace tiempo – dijo cuando el hombre le agarró del brazo para salir de la enfermería, antes de cerrar la puerta el joven piloto vislumbro el rostro de Red y su cuerpo, tendido en la cama.

Mientras caminaban por la nave James escuchaba lo que le decía HokamRul – Una traición… joder en menudo momento he decidido llegar… - dijo murmurando, hablando para él mismo mientras lo escuchaba.

Afirmaba ante las palabras del cuidado que tenía el capitán de la nave, era normal él también cuidaba de sus “juguetitos” – No hay ningún problema… esta nave está en buenas manos –
Cuando entraron en la sala James miro a Iser, el individuo que estaba sentado en uno de los sofás. Connor se apartó hacia atrás un poco separándose así del salariano y del otro individuo – Oye… yo he venido por petición de Red, no sé que ha pasado en esta nave y tampoco tengo nada que ver. Por el tono que has utilizado parece que me taches de un ladrón que se quiere aprovechar de la situación – dijo a la defensiva, como siempre hace ante desconocidos.

- Sí estáis más comodos, me quedo fuera de la nave hasta que llegue el capitán o el resto de la tripulación. Ya he visto su interior, y Red está a salvo, no me importa… no quiero buscarme problemas si voy a tener que pilotarla – se quedó con el equipaje, tanto la maleta y la bolsa a la espera de la respuesta de aquellos dos especímenes.

Los ojos de Connor miraron a las dos personas que desconocía, se quedó de brazos cruzados mientras hablaban.

- Gracias – dijo con una inclinación de cabeza ante la bienvenida del nuevo individuo llamado Isar, un tipo de apariencia seria y pocas palabras.

- Bueno… veo que la situación está un poco delicada. Sí ese antiguo piloto a robado la mercancía ¿Tenéis idea a quien se la quiere vender? – esperó a que respondieran.

- Mmmmm… voy a ir a la cabina, me gustaría ver los controles de la nave. También visitaré el resto para ver su estado, por fuera está muy bien pero por dentro me gustaría verla – seguía mirando a sus dos nuevos compañeros – Si no hay ningún inconveniente claro… - sin esperar que dijeran nada tomo rumbo hacia la cabina de la aeronave, quería ver como lo dejó el antiguo piloto, si les había robado la mercancía… podría haber planeado algo para sabotear la nave, su sentido de desconfianza volvía a surgir de su interior, solo podía confiar en alguien en Red.

Cuando llegó a la cabina, sin tocar nada se limitó a mirar los controles, el estado y si todo estaba correcto toqueteo por el sistema para ver si había algo que le llamara la atención o si encontraba alguna pista, alguna llamada, algún comunicado con la nave al entrar en aquel lugar, algo fuera de lo normal.

- Donde te has metido James… donde te has metido… - susurró mientras se le dibujaba una sonrisa en los labios, algo le agradaba de aquella situación, tal vez la familiaridad de aquella nave…