Es cosa de escarcha... [06/03/2180] (Piramide, Omega)

Adali habia deambulado por Omega con cierta intencion preconcebida. No se fiaba del todo de que ninguno de los tipos de aquel individuo fueran a dejarla en paz sin oponer ninguna resistencia, asi que se habia visto obligada a patearse el esteroide durante algunas horas mientras distraia y recuperaba sus sentidos, cambiando de camino abruptamente y tomando las medidas que considero necesarias (que esperaba que hubieran sido mas que suficientes), para poder haber acabado definitivamente sola.

Y cuando creyo que lo estaba, la joven muchacha llego hasta alli abajo.

La Piramide habia sido siempre una especie de refugio para la muchacha, como un cubil humedo y escondido en Omega, que a pesar de poseer todas las caracteristicas negativas mas deprimentes de los posibles lugares de descanso para los humanoides, la Asari consideraba que al menos habia logrado mantener durante largos años como lo que podia llegar a valorar todavia mas, por encima de todas las opciones de comodidad.
Y era, sin duda, el mismo caracter privado que parecia esconder aquel cubil.

En lo mas profundo de la estacion espacial, bajo una infinidad casi completa y exageradamente enrevesada de tuneles y canales de desechos y mantenimiento, habia una pequeña habitacion ventilada por un enorme conjunto de aspas que no dejaba de girar en ningun instante, justo al fondo del mismo cuarto, bañando con una ligera luz escarlata las paredes y el suelo, cubriendo con una ligera elegancia rutilante la espesa capa de metal cristalizado y oscuro que se extendia por cada una de las superficies del cubil.  
Durante años habia guardado alli pequeños objetos de valor, pedazos de ropa y algunos utensilios basicos de supervivencia que le permitieran regresar hasta alli con cierta comodidad cuando las cosas hubieran cambiado y necesitara un verdadero momento a solas, un momento donde nada ni nadie pudiera llegar a interrumpirla, ni siquiera por mera casualidad.

Y aquel era el momento...

Despues de conseguir quitarse lo que le quedaba de sudor y suciedad a raiz de las drogas y los escasos excesos de la noche pasada (escasos gracias a la molesta visita), bajo un manto de agua calida, la Asari salio de una pequeña esquina del refugio que tendia a usar para el aseo, y se dirigio hacia un enorme armario de completo cristal, perlado de espejos y reflejos en cada una de sus superficies.
Lo abrio, despacio, y comenzo a vestirse mientras miraba de reojo sus pedazos de armadura sobre la caja metalica que habia a pocos pasos de ella.

Cuando acabo, anduvo hasta alli en silencio, sonriendo ligeramente para si al ver su ropa, y cogiendola con una mano antes de desplegar la omniherramienta. Bueno... tal y como iban las cosas... Adali consideraba que retrasar aun mas la llamada a Ulric, iba a ser bastante innecesario, ademas de quiza perjudicial para lo que queria conseguir...
Si queria hablar con el, lo cierto era, que cuanto antes, mejor.

Sin decir nada, y mientras se daba la vuelta hacia el armario para colocar la armadura sobre la ropa, Adali espero que su viejo camarada cogiera la llamada al otro lado.

Adali se rio mientras se daba la vuelta para ponerse la parte de arriba de la vestimenta, poco antes de empezar a colocarse las piezas de la armadura en torno al pecho, sonriendo mientras se miraba en el espejo. Se acerco, despacio, mientras el comunicador de la omniherramienta brillaba avisando de que el canal de la llamada seguia abierto, y se inclino sobre el cristal reflectante del armario, cogiendo uno de los pedazos de pintura purpura y empezando a dibujarse las marcas de caracter Egipcio que habia estudiado hacia años en los libros de historia de la humanidad.
Aunque... naturalmente, ella no lo hacia por que tuviera que protegerse los ojos de los insectos, la arena o el sol, si no por una razon mucho mas diferente que aquella.

Lo hacia como homenaje, como homenaje a ninguna parte y a todos los lugares al mismo tiempo, como homenaje, sencillamente al tiempo y a los libros de historias y maravillas que habian salvado su imaginacion cuando no era mas que una niña.
Los compañeros de una nave perdida en el tiempo cuando su familia y su especie la habian dado de lado.

Se rio, divertida, pasandose la pintura por la piel.

-Tenia que tomarme un respiro, ya sabes... -le contesto, con un tono amable y divertido, sabiendo que quiza tenia razones para estar aun algo molesto con ella- Darme una vuelta, despejarme, asegurarme de que nadie me sigue y puede escucharme si te llamo... un poco de prudencia...

Rio, cambiando la pintura de una mano a la otra y empezando a dibujarse los surcos en el ojo contrario, ascendiendo por el pomulo, la sien y los apendices craneales que tanto le gustaban de su especie, junto al bello conjunto de porcelana que representaban sus cuerpos.
Sonrio ligeramente mientras seguia dibujando, mirandose en el espejo.

-¿Como te ha ido eso truhan? -rio- ¿Estas bien?

Adali sintio como se le helaba la sangre en las venas mientras escuchaba aquella ultima frase.

Con un trazo ligero, la Asari termino de dibujar la media luna que llevaba justo en la frente y se dio la vuelta, muy lentamente, avanzando en silencio hacia el monton de cajas que habia detras de ella, desconectando un momento el microfono de la omniherramienta para que el otro lado no percibiera el sonido de los recipientes de madera estallando en mil pedazos y cayendo por la ladera de roca y hormigon que habia justo en el centro de aquel tunel justo despues de que los hubiera hecho reventar de una patada, segura de que no quedaria ni los restos de aquellas cajas.
Volvio a conectar el sonido, dandose la vuelta de nuevo y avanzando hacia el armario de madera y cristal mientras tensaba la mandibula y sentia como la sangre de sus venas habia pasado de no tener ni un solo grado a comenzar a hervir en su interior.

No hizo ni el esfuerzo de intentar reconocer la voz (si no habia conseguido reconocer la de Ulric con aquellas interferencias, que estaba mas que acostumbrada a oirla por la omniherramienta como en persona, no iba a conseguir reconocer la de nadie), y se limito a terminar de dibujar los simbolos que quedaban en el resto de su cuerpo, con mucho menos interes que antes.
Bueno, parecia que la gente no estaba contenta viendola feliz, alegre, y dispuesta a colaborar. Parecia que seguian queriendo que todo fuera como estaba yendo.

Y, francamente, con la decena de cosas que pasaban en aquel instante por la cabeza de la joven, desde imagenes hasta posibilidades y diversos planes, ninguno de ellos parecia totalmente satisfactorio.
Suspiro, notando como volvia a calmarse, apenas diez segundos despues de haberlo oido. Si habia que jugar a la guerra... bueno, estaba dispuesta a jugar a la guerra.

-Si, eso es verdad... -respondio, como si nada hubiera pasado, pero con un tono de voz bastante menos satisfecho de escuchar a "Ulric" de lo que habia sonado en un principio- El tiene mejor corazon que yo y todos los capullos de este jodido asteroide suelen aprovecharse de ello... Lo que no esta bien, por cierto.

Tenso la mandibula otra vez, mirandose al espejo mientras en su rostro se desdibujaban delgadas lineas de desden y desprecio. ¿Por que estaria mas guapa cuando no sonreia?...

-¿Donde esta él chicos?

¿Seamos sinceros? ¿Y si os aprovechais de mi debilidad por que cojones le habeis podido coger a el y no a mi?

Adali tiro la pintura al suelo mientras miraba su reflejo brillando contra la superficie rutilante y sencilla del armario, respirando pausadamente justo antes de recoger el cinturon de cuero cargado con una serie de cuchillos de acero Turiano y colgarlo sobre su cintura. Se rio, con cierta amargura, terminando de completar su vestimenta mientras incorporaba el resto de su equipo en la armadura.
Se miro reflejada en el espejo un segundo, mientras a la cabeza le venia la letra de una cancion magnifica que habia oido hacia mas de cuatro años, una que no habia conseguido olvidar del todo por mucho que se esforzara y de la que, aun asi, tampoco era capaz ni de imaginar quien era el hombre al que le habia visto cantandola.

Suspiro en silencio, avanzando en silencio y abriendo el armario de nuevo antes de recoger la falda que solia colgar de su cintura, cubriendo sus piernas y ocultando el cinturon y la gran mayor parte de su cuerpo por debajo de la cadera.
Se miro, viendo el reflejo oscuro, grisaceo y azulado de su aspecto junto antes de recoger su mascara de la esquina de la portezuela, colgandosela del rostro, cubriendo solo la parte inferior de la mandibula, y dandose la vuelta para regresar por donde habia venido.

-Si, claro, naturalmente... -contesto, fria y severa, justo antes de saltar para alcanzar la esclusa superior, elevandose ligeramente en el aire y planeando tan solo un segundo antes de que sus pies aterrizaran con suavidad sobre el metal- ¿Pero no creereis que cedere a esa clase de chantaje sin asegurarme de que teneis a Ulric y sigue vivo y de una pieza... no?

La Asari cruzo el tunel principal que la sacaba de la Piramide, avanzando en silencio mientras el faldon hondeaba por detras de ella, bañado en una calida luz brillante en escarlata.

-Entenderas que necesite que demuestres eso, ¿no? -Continuo, sin inmutarse mientras cambiaba de direccion. Tardaria media hora en llegar a la superficie.- Hazlo y me reunire con vosotros para el trabajo.

Torcio los labios un momento mientras andaba.

-Y para verle a el, si es posible tambien... -murmuro, casi segura de que no lo seria

Adali continuo recorriendo los interminables tuneles que conectaban el interior de la Piramide con los pasillos inferiores de uno de los subniveles de los inmensos barrios bajos de Omega, en silencio, poco despues de cerrar el canal de comunicacion que habia abierto hacia varios minutos con la omniherramienta de Ulric.
Tenso la mandibula, echando un largo vistazo a un ventilador que colgaba del techo a poca distancia de ella antes de cerrar las palmas de las manos y comenzar a elevarse en linea recta hacia la superficie de una de las plataformas que sobresalian del techo, llegando hasta ella y continuando su incansable recorrido hacia los conectores principales que la pudieran sacar rapidamente de su pequeña fortaleza de la soledad y pudieran ponerla en contacto con el inmenso mundo que existia mas alla, fuera de aquel lugar.

Antes de que empezara a rozar los barrios plagados de criaturas de diferentes especies, despues de haber estado recorriendo las mismas entrañas del asteroide durante largos minutos, Adali se aseguro de que nadie habia tocado su omniherramienta y realizo una nueva llamada, quiza, a uno de los pocos amigos que todavia tenian que quedarle entre aquellos malditos, desgastados y consumidos muros que representaba el entramado complicado y oscuro de la vieja ciudad de Omega.
Y mientras lo hacia, conectando el comunicador directamente con su mascara para que nadie pudiera oir ni siquiera accidentalmente lo que podia llegar a decir, la Asari continuo andando en una direccion muy concreta, pero con la suficiente normalidad y tranquilidad enrevesada como para ni llamar la atencion, ni dejar que la linea recta de su sendero pudiera delatar de alguna forma el lugar al que pretendia dirigirse.

Y, de alguna, por mas que supiera que podia confiar en el Salariano al que estaba llamando (al menos siempre que le pagara o demostrara ser de utilidad), Adali sabia que iba a necesitar algo mas que eso.
Zora h´ann posiblemente era la otra cara de la moneda que iba a necesitar en aquella partida, y hacia ya mucho tiempo que no la veia como para poder desperdeciar la oportunidad.

Adali se rio con suavidad mientras esquivaba a una pareja joven de Turianos que se acababan de cruzar en su camino, cortando el paso por la avenida Denzo hasta que llego a un callejon que la conectaria con una calle a dos manzanas del barrio que estaba buscando. A medio camino, la Asari aprovecho que se encontraba un poco mas apartada de la marabunta de individuos que circulaban por las calles del asteroide mientras se replanteaba su camino. Tenia bastante mas interes y entusiasmo por ir a donde se dirigia, pero el camino para encontrarla a ella seria mas largo y dificil que el que la separaba del barrio de Gozu, ademas de que en un principio no habria esperado que fuera a llegar a ser necesario un encuentro con el Salariano para que le informara de que estaba pasando.
Mientras fruncia ligeramente el ceño, con una mirada helada que sesgaba con desden y rencor a la mayoria de los hombres y mujeres que por casualidad se cruzaban con ella, la joven mercenaria dio un paso al frente y reconstruyo el camino hecho hasta alli, bajando por un desnivel que volviera a conectar uno de los canales poco transitados de Omega con el destino que estaba buscando.

Mientras andaba, a pauso raudo pero lo suficiente lento como para no llamar demasiado la atencion del observador curioso o circunstancial, la Asari siguio avanzando en silencio, mientras la falda hondeaba con una silueta delicada y breve a sus espaldas, formando una especie de arco sencillo que seguia al movimiento acompasado de sus pies.
Echo la cabeza un instante para atras, intentando comprobar que no habia nadie detras de ella, y siguio hacia delante, tan rapido como le permitia el no querer llamar la atencion.

Levanto la mirada un segundo, respondiendo al muchacho a traves del comunicador de la mascara.

-Si, si, soy yo, calma Shylock, no puedo responder si no me dejas hablar... -le intento cortar mientras reia y el seguia con su agradable charla dicharachera- Si... En Omega... Si si, estoy en Omega... Disponible a medias... Voy de camino... Me temo tener que decirte que ya no tengo nave, pero puedo hacer esos encargos si no la necesitas... Y queria preguntarte algo... Si, si, voy de camino Shylock...


Adali rio, divertida, poco antes de responderle de nuevo.

-No tardare en llegar no...