Actualidad: El viaje de la valquiria [11/03/2180] (Omega)

Dicen que el asteroide nunca duerme, de día y de noche bulle gentío de dudosa reputación. Así es Omega, la estación construida en el asteroide vacío. Tan elegante, tan espectacular, y tan caótica. Desde que se recuerda no ha sido más que esto, y ahora, yo formo parte de este gentío. Yo, y toda la tripulación.

Giré sobre mis pasos, Valkyrie quedaba tras de mí. Aquella vieja nave me recordaba demasiado a la Ciudadela, prototipo de la Alianza. El irónico destino no dejaba de recordarme mi pasado. Mi vista se perdió entre parte de la tripulación. Cada uno tomó una dirección, las paradas en Omega eran para descansar y disfrutar de la compañía y placeres que te puede dar un puñado de créditos. Sin embargo, esta parada se había truncado demasiado, y los problemas crecían por momentos.

Jamás me hubiera esperado algo así de Darren, aprovechar la confianza de la tripulación para robar la carga justo antes de la entrega. No era demasiado grande ni muy pesada, pero lo que pagaban por ella bien valía nuestra nave llena de eezo. Donde estaba o qué había hecho con ella, no lo sé. Pero si algo tengo claro, es que si le encontramos no tendrá tiempo de abrir la boca antes de volarle la cabeza. El capitán se perdió entre la multitud, en resto, en diferentes sentidos. Esperaba volver a verlos a todos con vida.

La traición de Darren nos había dejado sin piloto, y sin piloto, no había Valkyrie. Esa era mi peculiar misión. Con suerte un viejo amigo me sacaría de apuros, debía dar con él y traerlo fuese como fuese. El resto se encargarían de otras cosas, si se corría el rumor de que habíamos perdido un cargamento, nuestra reputación estaría perdida. Cargar combustible, almacenar provisiones, munición, material médico, todo lo que el último viaje había consumido era también esencial.

Negué con la cabeza para mí misma y continué andando. Nuestros contactos en Omega eran amplios, si la suerte nos acompañaba, saldríamos de allí pronto y con otra misión. Estaba segura de que el pequeño volus encontraría algo para nosotros, esa rata parecía tener contactos hasta en el último relé del maldito universo.

Shadi era la más fiel guardiana del Capitán, y aun así, temía por la vida de ambos. No lograba quitármelo de la cabeza. Si no era Darren, sería Garra Negra sin su mercancía,  quien se encargara de todos y cada uno de nosotros hasta encontrarla. Apenas habían pasado unas horas, Darren no podía andar lejos. Aún costaba asimilar todo lo que había ocurrido, no dejaba de ser un duro golpe.

Caminé rápido, mirando hacía el suelo. Sumida en mis pensamientos y en mi profundo sentimiento de decepción. Alguien chocó conmigo, alcé la vista hasta ver a una asari de peculiar belleza. Continuó su camino sin tan siquiera mirarme. El color rosado de su piel me hizo recordar la presencia de Aria T´Loak. Si tuviéramos medios de llegar hasta ella, el problema estaría solucionado. Ella dominaba ahora todo Omega y nada ocurría sin que ella o sus secuaces lo supiesen. Ese asunto no era tan importante como para reclamar su atención, pero si la de los traficantes del Distrito Tuhi... Suspiré. Lo que hiciesen los demás era su trabajo, yo debía ocuparme del mío.

Confiaba en ellos, y saldríamos de esta, estaba segura. Tal y cómo solia decir Creed, Valkyrie se encargaría de recogernos a todos tras la batalla, y llevarnos de nuevo hacia nuestro nuevo destino.